Beijing Chongwenqu – 北京崇文区
16 de enero 2014
De 12h33 a 18h05 (5h32min)
10,6 km.
跟随南护城河 (siguiendo el foso sur)
Salida de casa a las 11h35. Un día con un nivel de contaminación especialmente alto.
Indice PM2,5 a 403, cuando la organización mundial de la salud estipula como peligroso por encima de 25. ¡Un día perfecto para darse un paseito!
Hasta dentro del metro se nota la bruma.
Cogí el metro hasta Beijingzhan (北京站) la principal estación de tren de la capital, al sur-este del centro. Empecé a andar desde allí porque mi idea era explorar los alrededores del gran foso sur que, como los dos del norte, era parte de las fortificaciones de la antigua ciudad.
Llegué a la estación, era unos días antes de Chunjie (春节), el nuevo año chino y también el periodo que registra las migraciones humanas anuales más numerosas del mundo; más de 3500 millones de viajes previstos en 40 días para 2014.
Y aún no ha empezado.
Un par de escobas listas para usar.
Unos cientos de metros al este de la estación, en un parque, aún se puede ver lo que queda de la antigua muralla.
En búsqueda de un acceso al canal, me encontré esa escalera llena de bloques de hormigón.
Había más bloques contra la pared más cercana. Decidí recogerlos todos.
Y los amontoné para construir una escalera al final de la escalera.
En general, las veces que he notado ladrillos, bloques de madera o de hormigón en unos escalones era para facilitar el acceso a algún vehículo. Visto lo alta que era la escalera, no era el caso aquí. No se porque había tantos bloques en el medio de la escalera pero me pareció que pedían organización y aproveché para hacer la escalera un poco más grande aún.
Dongbianmen, la puerta del angulo sur-este de la antigua muralla.
Cuando el río Tonghui (通惠河), viniendo del este, llega a Dongbianmen, gira hacia el sur y a partir de ese punto pasa a ser el foso sur (南护城河).
En este punto se cruzan lineas de tren, intercambiadores de autopistas y el canal en unos nudos bastante densos.
En uno de esos puentes, noté una escalera de metal que me llamó la atención, empezaba a subir en diagonal y después de tres escalones seguía en vertical pero en dos secciones distintas.
Busque una piedra caliza (ya tengo experiencia y las encuentro con facilidad ahora) y empecé a unir los palos de la escalera.
Lo que no me esperaba es que desde lejos las lineas crearan un efecto tridimensional.
Seguí caminando a lo largo del foso y entré en las entrañas del nudo de vías de tráfico.
El canal empieza su giro hacia el sur debajo de una autopista.
En el lado derecho, una pared ha sido erecta para separar la vía peatonal del espacio residual creado debajo del puente. Gran parte de ese espacio residual está ocupado por refugios que la gente ha construido con los mismos bloques hexagonales de la pared.
Ya que el primer experimento con piedra caliza dio un resultado con efecto tridimensional, decidí seguir con el rollo y transformé los hexágonos de la pared en cubos.
Media hora después acabé y volví a andar hacia el sur.
Una salida alternativa.
Fotografié ese detalle muy inspirador.
Y me encontré con ese monumento.
Lo miré por todos los ángulos y no lo conseguí entender. Parece una escalera pero no lo es, los escalones son minúsculos. ¿Restos de una antigua rampa para bajar barcos al agua? ¿El pozo de visita fue añadido después?, puede ser, pero no observé ningún empalme visible en el hormigón. Ni idea. No entiendo para que ha sido construido ese monumento pero lo que menos entiendo es porque ha terminado así, con la parte inferior derecha desviada. No se que elemento fue construido primero, si la rampa o el pozo de visita, pero lo que realmente no entiendo es porque no ha sido posible hacerlo medio metro más hacia un lado para no tener que desviar la rampa.
Enseguida me entraron ganas de poner en evidencia ese corte raro. Coloqué unos palitos de madera para marcar la linea que continua el corte hacia arriba.
No era lo suficiente visible. Tampoco lo podía marcar con la piedra caliza porque no podía alcanzar la parte central.
Encontré una cinta roja en el césped al lado.
Marqué la linea con esa cinta y una piedra.
No se aprecia bien en las fotos pero el la realidad la linea era muy visible.
Pero pensé que podría ser mejor marcar la tira en todo su ancho.
Recogí unos contenedores en el camino.
Los llevé al agua.
Rompí el hielo y rellené los contenedores.
Hice caer el agua intentando seguir la cinta roja.
Y no lo conseguí…
Aún sin estar satisfecho, busqué otra forma de marcar esa zona en la rampa.
En Pekín, como en muchos otros lados, pintan el bajo de los árboles de blanco con lo que me imagino que sera cal.
A pocos metros de la rampa rara vi que quedaba un montón de cal al lado de un árbol.
Lo recogí en una bolsa.
Y lo mezclé con agua.
Eche la mezcla en el mismo lugar que antes.
Ya era un tarde y para que pueda ver el efecto de la cal tenía que esperar a que el agua se haya secado del todo. Estaba haciendo cada vez más frío, iba a tardar demasiado en secarse. Decidí dejarlo así esperando que una vez seco se vea algo de blanco. Lo siento, a mi también me hubiera gustado saber si funcionó pero no me quedaba otra que irme.
Me di la vuelta y caminé de nuevo hacia el norte. Me llevé la bolsa con cal. Tenía un agujero.
Usé el primer puente para cruzar el canal y cambiar de orilla. A la vuelta, siempre intento usar un camino distinto al de la ida. Una vez al otro lado me encontré con esa escalera que terminaba en una valla. Este lugar me encantó por dos cosas. Primero: la valla obstaculiza la salida de la escalera pero a la vez protege los peatones de la carretera. Segundo: el detalle del escalón en el lado como uso alternativo para que la escalera no quede condenada.
Decidí utilizar mi bolsa de cal agujereada para marcar la escalera y su peculiar acceso.
Terminé la bolsa y seguí andando hacia el norte.
Disfrute mucho el resto del camino gracias a esa increíble serie de escaleras absurdas: una pequeña que empieza en el césped y acaba en una pared.
Una grande que empieza con un árbol y un montonazo de hojas secas y que termina arriba con un pozo y una pared.
Otra con un árbol en todo el medio.
Y esa que lleva debajo de un puente donde no queda espacio para que uno siga subiendo de pie.
En la última decidí sujetar el puente para que no baje más y que nadie se choque con él al subir la escalera.
17h27, la contaminación estaba en auge. Por primera vez en Pekín me puse una mascarilla.
Alguien encontró otra piedra caliza.
18h05, entré en el metro y volví a casa.
El registro GPS del recorrido (haz clic en el mapa para verlo más grande).