Residencia de 15 días en el Pavillon en la punta de la península de Caen.
Tourbillons:
Un día, cruzando el río Orne (una presa construida en 1908 que sirve para regular la marea en la ciudad) me di cuenta de que en frente de cada puerta, río abajo, el agua estaba formando muy fuertes remolinos. La vez siguiente que volví a cruzar la presa, observé que los objetos que flotaban el día anterior seguían girando en el mismo lugar. Entendí que los remolinos eran tan potentes que casi ningún objeto que se quedaba atrapado podía escapar. Entonces, decidí tirar obras dentro del remolino más fuerte para ver que podía pasar. Después de 5 días decidí recuperarlos y, sorteando varias dificultades, conseguí pescarlas todas y traerlas de vuelta a la sala de exposición.
Recorridos aleatorios:
El “Pavillon”, lugar de mi residencia artística (y también de exposición de los resultados) está situado en la punta de la península de Caen. Es un territorio particularmente interesante, está rodeado de agua (por el Bassin St. Pierre, el canal de Caen à la mer, el río Orne y el canal Victor Hugo) y además, está en plena reestructuración urbanística y se van alternando construcciones modernas, viejas fabricas, edificios abandonados, áreas verdes diseñadas y solares descampados. Un espacio abierto, bien definido y oportuno para la deambulación aleatoria.
Para el ejercicio, escogí 23 puntos en lugares claves del territorio (ángulos de edificios, cruces y esquinas). El sistema que seguir era lo siguiente: caminar de un punto al otro siempre eligiendo al azar el punto siguiente. El recorrido empezaba en el punto n.º1, pasaba por 10 puntos y terminaba de nuevo en el punto n.º1. El resultado de cada recorrido se materializó en madera recortada con láser gracias a la ayuda del Fablab local en el Dôme. Finalmente, han sido pintadas y expuestas en la sala del Pavillon. He trazado personalmente 11 rutas mientras 6 fueron trazadas por los participantes de un taller con el Fablab. Cada escultura representa un trayecto de 30 a 40 minutos y una distancia de 2 a 3 km.
El “Pavillon”, lugar de mi residencia artística (y también de exposición de los resultados) está situado en la punta de la península de Caen. Es un territorio particularmente interesante, está rodeado de agua (por el Bassin St. Pierre, el canal de Caen à la mer, el río Orne y el canal Victor Hugo) y además, está en plena reestructuración urbanística y se van alternando construcciones modernas, viejas fabricas, edificios abandonados, áreas verdes diseñadas y solares descampados. Un espacio abierto, bien definido y oportuno para la deambulación aleatoria.
Para el ejercicio, escogí 23 puntos en lugares claves del territorio (ángulos de edificios, cruces y esquinas). El sistema que seguir era lo siguiente: caminar de un punto al otro siempre eligiendo al azar el punto siguiente. El recorrido empezaba en el punto n.º1, pasaba por 10 puntos y terminaba de nuevo en el punto n.º1. El resultado de cada recorrido se materializó en madera recortada con láser gracias a la ayuda del Fablab local en el Dôme. Finalmente, han sido pintadas y expuestas en la sala del Pavillon. He trazado personalmente 11 rutas mientras 6 fueron trazadas por los participantes de un taller con el Fablab. Cada escultura representa un trayecto de 30 a 40 minutos y una distancia de 2 a 3 km.
Le Dédale, recorrido de arte en el espacio público
Belvès, Dordoña, Francia, 06/2016
Cuando me ofrecieron participar en el Dédale en Belvès, me fui directamente a caminar por las calles del pueblo para encontrar ideas de como intervenir en él. Acostumbrado a trabajar en ciudades, crear en la calles de un pueblo tan harmonioso y encantador representaba para mi un real desafío. Rápidamente, noté la presencia de una gran cantidad de casas desocupadas con las aperturas tapiadas por tablones de madera. Entonces es cuando tuve la idea de intervenir directamente en esas tablas y viejas contraventanas para poner en valor los edificios sin alterarles, sin tocar sus piedras. Pintar sobre esos soportes efímeros, testigos marginales de una actividad pasada interrumpida, les devuelve cierta dignidad y les da de nuevo un papel honorable en la ciudad: soporte de obra de arte.